Cuando en el rediseño de nuestro modelo de negocio nos planteamos el diseño de productos o servicios podemos hacerlo de tres formas diferentes:

Centrándonos en el o los segmentos de clientes, centrándonos en el problema o centrándonos en el producto o servicio

En el modelo de diseño centrado en o los segmentos de clientes en primer lugar se procede a identificar el segmento de clientes al que te deseas dirigir tu actividad, en segundo lugar se indaga en ellos para encontrar los problemas a los que se enfrentan y las necesidades que tienen y por último se trabaja con ellos co-creando con el fin de encontrar una solución y una tecnología que se adapte a sus necesidades.

 

En el modelo  de diseño centrado en el problema, el proceso de innovación en las empresas suele empezar por por identificar un problema que les gustaría resolver. Generalmente es un problema que ellos han tenido o conoce alguien que lo tenga. En este enfoque se puede utilizar el Lean Canvas. En este modelo en primer lugar se define el problema que se quiere solucionar, posteriormente se determina el qué segmento de mercado tiene este problema o a quienes beneficia esta solución y por último se define y diseña la solución y tecnología para resolver este problema.

 

El modelo más utilizado, en general, es el modelo centrado en el producto o servicio, pero sin embargo es necesario que indicar que el producto o servicio será bueno si y solo si resuelve una problema o genera una alegría y además tiene mercado. Los productos o servicios ya sean físicos o virtuales no tienen valor para mercados que no existen.