El concepto de Design Thinking suena con fuerza y cada vez más en los últimos tiempos. Son muchos y diversos los ámbitos, disciplinas o áreas de conocimiento en las que ha comenzado a hablarse de Design Thinking.
El diseño se refiere al método de resolución de problemas que utiliza la solución creativa mediante la utilización de diferentes perspectivas y de procesos de aprendizaje, en los que los individuos construyen nuevo conocimiento a partir de la observación.
Con la aplicación de las herramientas de Design Thinking podremos avanzar más allá del pensamiento analítico que solo refina el conocimiento actual, generando pequeñas mejoras del status quo.
Los directivos eficaces son capaces de de resolver problemas, tanto de forma analítica como de forma creativa, aunque se requieren diferentes habilidades para cada tipo de problema.
Es frecuente la utilización del proceso analítico de toma de decisiones sin embargo, la realidad nos demuestra que muchos de los problemas a los que los directivos se enfrentan no son de esa naturaleza. Las definiciones, información, alternativas y estándares rara vez son poco ambiguos o están disponibles. En un mundo digital complejo y de cambio rápido estas condiciones aparecen cada vez con menos frecuencia.
Los problemas pueden no tener siempre una definición identificable o un conjunto de alternativas disponibles. Puede no estar claro cuanta información se requiere, cual es el conjunto completo de soluciones alternativas, o como saber si la información que se obtiene es exacta. La solución analítica de problemas puede ayudar, pero se requiere algo más que abordar con éxito estos problemas. Tom Peters dijo al caracterizar el mundo moderno al que se enfrentan los directivos: “Si usted no está confundido, es que no está poniendo atención”.
La solución analítica de los problemas se enfoca a deshacerse de los problemas, sin embargo la solución creativa de problemas se enfoca a generar algo nuevo. El problema es que a la mayoría de las personas se resisten a solucionar los problemas de forma creativa. Han desarrollado ciertos bloqueos conceptuales y mentales en sus actividades de solución de problemas de los cuales no son ni siquiera conscientes. Estos bloqueos les impiden solucionar eficazmente los problemas. En gran medida se trata de bloqueos personales en contraste con los interpersonales y organizativos, así que requieren del desarrollo de habilidades para superarlos. Es en este sentido, en el que se desarrolla Design Thinking o el pensamiento de diseño.
El «design thinking» se concentra en el proceso de diseño, más que en el producto final, e integra conocimientos técnicos del diseño, de las ciencias sociales, de empresa y de ingeniería. Forma sólidos equipos multidisciplinares para:
- Adquirir conocimientos básicos sobre los usuarios y sobre la situación o el problema general (Comprender).
- Lograr empatía con los usuarios mirándoles de cerca (Observar).
- Crear un usuario típico para el cual se está diseñando una solución o un producto (Definir el punto de vista).
- Generar todas las ideas posibles (Idear).
- Construir prototipos reales de algunas de las ideas más prometedoras (Construir prototipos).
- Aprender a partir de las reacciones de los usuarios a los distintos prototipos (Probar).
Mediante ese proceso iterativo, los equipos pueden adquirir una nueva percepción a partir de la observación continua y la elaboración de prototipos, y en ocasiones, pueden llegar a replantearse el problema de una manera completamente nueva.
¿Te atreves? ¡Te retamos!